Las excavaciones y zanjas son comunes en diversas actividades de construcción, incluida la construcción de carreteras, diques y la instalación de tuberías, como oleoductos y tuberías para servicios públicos. Si bien estas operaciones son esenciales, conllevan riesgos importantes que pueden provocar lesiones graves o muertes si no se implementan las medidas de seguridad adecuadas.
Este artículo profundiza en los peligros inherentes a las excavaciones y zanjas en la construcción y proporciona información sobre cómo mitigar estos riesgos de manera efectiva.
La naturaleza del trabajo de excavación y zanjas
La excavación implica retirar tierra u otros materiales de un sitio para crear una cavidad o zanja. Las zanjas suelen ser excavaciones estrechas que son más profundas que anchas y que a menudo se utilizan para instalar tuberías, cables y otros servicios subterráneos. A pesar de su naturaleza rutinaria, estas tareas presentan una variedad de peligros que deben abordarse para proteger la seguridad de los trabajadores.
Peligros comunes asociados con excavaciones y zanjas
Derrumbes: El riesgo más importante y mortal asociado con los trabajos de excavación y zanjas es el derrumbe. Cuando las paredes de una zanja colapsan, pueden enterrar a los trabajadores en segundos, lo que a menudo provoca resultados fatales debido a asfixia, traumatismos por objetos contundentes o lesiones por aplastamiento. El riesgo de derrumbes aumenta con la profundidad de la zanja, el tipo de suelo y las condiciones climáticas, por lo que es imperativo reforzar las paredes de la zanja adecuadamente.
Caídas de objetos: los trabajadores que se encuentran al borde de zanjas o excavaciones corren el riesgo de caerse, lo que puede provocar lesiones graves. Además, las herramientas, el equipo o los escombros de la superficie pueden caer en la zanja, lo que podría golpear a los trabajadores que se encuentran debajo. Garantizar una protección adecuada de los bordes y utilizar barreras puede ayudar a prevenir este tipo de incidentes.
Atmósferas peligrosas: Las trincheras, especialmente las profundas, pueden acumular gases peligrosos, como monóxido de carbono o metano, lo que genera un entorno respiratorio peligroso. Además, los niveles de oxígeno pueden agotarse en espacios reducidos, lo que supone un riesgo de asfixia. Monitorear la atmósfera dentro y alrededor de las trincheras es esencial para detectar y mitigar estos peligros.
Acumulación de agua: El agua puede acumularse rápidamente en las zanjas, especialmente durante lluvias intensas o cuando se trabaja cerca de cuerpos de agua. Esto no sólo aumenta el riesgo de derrumbe debido a la saturación del suelo, sino que también plantea riesgos de ahogamiento para los trabajadores. Deben existir sistemas adecuados de drenaje y deshidratación para gestionar el agua en las excavaciones.
Trabajos de servicios públicos: el trabajo de excavación a menudo implica excavar cerca de servicios públicos subterráneos existentes, como líneas de gas, cables eléctricos y tuberías de agua. Un golpe a estos servicios públicos puede provocar explosiones, descargas eléctricas o inundaciones, todo lo cual puede tener consecuencias catastróficas. Localizar y marcar los servicios públicos subterráneos antes de excavar es un paso crucial para prevenir estos incidentes.
Riesgos de equipos pesados: el uso de maquinaria pesada como retroexcavadoras, topadoras y grúas es común en los trabajos de excavación. Si bien estas máquinas son necesarias para el trabajo, también presentan riesgos como vuelcos de equipos, contacto con líneas eléctricas y accidentes debido a errores del operador. La capacitación adecuada, el mantenimiento de la máquina y el cumplimiento de los protocolos de seguridad son vitales para minimizar estos riesgos.
Problemas de acceso y salida: Los trabajadores en zanjas profundas pueden enfrentar dificultades para entrar y salir de la excavación de manera segura. Sin escaleras, rampas o escaleras adecuadas, los trabajadores corren el riesgo de sufrir resbalones, tropezones y caídas. Las regulaciones de OSHA requieren que las zanjas de más de 4 pies de profundidad tengan un medio seguro de acceso y salida.
Mitigar riesgos y garantizar la seguridad
Clasificación de suelos y sistemas de protección: Antes de iniciar cualquier excavación, es fundamental clasificar el tipo de suelo para determinar su estabilidad. Con base en esta evaluación, se deben utilizar sistemas de protección apropiados, como inclinaciones, apuntalamientos o escudos de zanjas (cajas de zanjas), para evitar derrumbes. Son necesarias inspecciones periódicas de estos sistemas de protección para garantizar su integridad durante todo el proyecto.
Preparación y planificación del sitio: la planificación y preparación minuciosas del sitio son fundamentales para reducir los riesgos. Esto incluye identificar peligros potenciales, garantizar un drenaje adecuado del sitio y establecer planes de respuesta a emergencias. Se debe informar a los trabajadores sobre los riesgos específicos asociados con el sitio y capacitarlos sobre el uso de equipos y procedimientos de protección.
Monitoreo atmosférico: El monitoreo regular de la atmósfera dentro y alrededor de las trincheras puede detectar gases peligrosos o niveles bajos de oxígeno. Si se identifican condiciones peligrosas, se debe proporcionar ventilación o protección respiratoria adecuada y se debe suspender el trabajo hasta que el ambiente sea seguro.
Detección y comunicación de servicios públicos: antes de la excavación, todos los servicios públicos subterráneos deben ubicarse y marcarse claramente. La comunicación con las empresas de servicios públicos y el cumplimiento de los programas de "llame antes de excavar" son esenciales para evitar huelgas de servicios públicos. Los trabajadores también deben recibir capacitación sobre los procedimientos a seguir si se golpea una línea de servicios públicos.
Uso de equipo de protección: El equipo de protección personal (EPP), como cascos, botas con punta de acero, chalecos de alta visibilidad y protección respiratoria, debe ser obligatorio para todos los trabajadores en los sitios de excavación. El EPP sirve como última línea de defensa contra peligros que no se pueden eliminar.
Supervisión y monitoreo continuo: el monitoreo y la supervisión continuos por parte de una persona competente que comprenda los peligros asociados con el trabajo de excavación son fundamentales. Esta persona debe tener la autoridad para dejar de trabajar si las condiciones se vuelven inseguras y garantizar que se sigan todos los protocolos de seguridad.
Preparación para emergencias: a pesar de todas las precauciones, aún pueden ocurrir emergencias. Tener un plan de emergencia implementado, completo con estrategias de comunicación, suministros de primeros auxilios y equipo de rescate, puede marcar una diferencia significativa en el resultado de un incidente.
En resumen
Los trabajos de excavación y zanjas son componentes esenciales de muchos proyectos de construcción, pero conllevan riesgos inherentes que pueden tener graves consecuencias si no se gestionan adecuadamente. Al comprender estos peligros e implementar medidas de seguridad integrales, las empresas constructoras pueden proteger a sus trabajadores y garantizar que los proyectos se completen de manera segura y eficiente. La formación periódica, el cumplimiento de las normas de seguridad y el seguimiento continuo son las claves para minimizar los peligros asociados a las excavaciones y zanjas.