PELIGRO vs RIESGO: La confusión que puede costarte la vida
Tabla de contenido
Introducción
PELIGRO vs RIESGO: La confusión que puede costarte la vida mañana, al poner un pie fuera de la cama, LUIS ,UN PAPA SOLTERO, activa sin saberlo una cadena de decisiones silenciosas. Camina rumbo a la cocina mientras el café hierve, enciende la licuadora, limpia el piso recién trapeado y prepara a los niños para la escuela. En su apuro, cruza el pasillo esquivando la aspiradora y baja las escaleras por encima de unos cables mal enrollados que serpentean cerca del tomacorriente. Ya está acostumbrada. No los ve como una amenaza, sino como parte de los quehaceres diarios.
Más tarde, al llegar a su trabajo en una obra de construcción, se ajusta el casco, se pone sus gafas de seguridad y repasa mentalmente las instrucciones del día. En cada paso QUE DAMOS , hay algo más que rutinas: hay escenarios donde el peligro se oculta tras la costumbre, y el riesgo, aunque más sutil, está presente como una sombra constante.
Pero, ¿cuál es la diferencia entre ambos? ¿Por qué importa entenderla no solo en obras o entornos laborales, sino también en la comodidad de nuestro propio hogar? En este relato, exploraremos cómo el peligro —esa fuente potencial de daño— puede estar frente a nosotros sin darnos cuenta, y cómo el riesgo —la probabilidad de que ese daño ocurra— depende de decisiones, hábitos y a veces, del simple descuido.
Porque no es solo un asunto de protocolos industriales: es una cuestión cotidiana que empieza en casa.
¿Sabías que el peligro y el riesgo NO son lo mismo? Aunque muchos los usen como sinónimos, en el mundo de la seguridad y salud en el trabajo… confundirlos puede costar caro. Muy caro.
Hoy vamos a desarmar esa bomba de tiempo conceptual. Porque si crees que "el peligro está en todo" y "el riesgo es parte del trabajo", déjame decirte algo: estás jugando con fuego. Y ni siquiera lo sabes.
¿QUÉ ES EL PELIGRO?
Empecemos con el villano número uno: el peligro. Suena amenazante, ¿cierto? Y lo es. Pero no actúa solo.
El peligro es esa condición, sustancia,HERRAMIENTA o situación que TIENE el potencial de hacer daño. Está ahí… esperando. Silencioso. Inquietante.
Por ejemplo:
- Trabajar en una obra en demolición sin casco DE SEGURIDAD
- UTILIZAR LA ESMeRILADORA CON SANDALIAS
- POLVOS Y VAPORES TOXICOS EN EL AMBIENTE
¿Ya te hiciste la imagen? Es como tener un león enjaulado en el pasillo. ¿Te va a atacar? No necesariamente. Pero, ¿puede hacerlo? Absolutamente.
Y EL RIESGO?
Ahora viene el socio del crimen: el riesgo. Y aquí es donde se pone interesante.
El riesgo es la probabilidad de que ese peligro se convierta en daño real. Es el . “¿qué tan probable es que algo malo ocurra… y qué tan grave sería si ocurre?”
Volvamos al ejemplo del león:
Si la jaula está bien cerrada, el peligro existe, pero el riesgo es bajo.
Si la jaula está abierta y alguien pasa caminando… bueno, tenemos un problema.
O en la fábrica:
Un producto químico es un peligro.
Que lo manipulen sin guantes ni protección RESPIRATORIA, es un riesgo altísimo.
Peligro es potencial. Riesgo es acción… o falta de ella.
EJEMPLOS COTIDIANOS
¿Quieres ejemplos más cercanos?
Imagina esto:
En la cocina de un restaurante hay cuchillos afilados (¡peligro!).
Un chef capacitado los usa con cuidado (riesgo bajo).
Pero si un nuevo empleado, sin experiencia, intenta cortar con prisa… Ahí el riesgo se dispara. Corte, accidente, gritos, sangre… y baja laboral.
Otro EJEMPLO :
Un andamio es un peligro.
Trabajar sin arnés a 12 metros de altura en terreno inestable … eso no es valentía, es mala gestión del riesgo.
Y sí, el peligro muchas veces no se puede eliminar… Pero el riesgo, sí se puede controlar, reducir, gestionar.
¿POR QUÉ IMPORTA DIFERENCIARLOS?
Aquí va la bomba: MuchOS RESPONSABLES diseñan sus protocolos de seguridad LABORAL sin entender esta diferencia. Tratan de eliminar todos los peligros (misión casi imposible) … en lugar de enfocarse en minimizar los riesgos reales.
Eso lleva a medidas exageradas, inútiles… o peor: una falsa sensación de seguridad.
Porque si no entIENDES el riesgo, no podRAS prevenir accidentes. Y sin prevención, estás apostando todos los días a que "ojalá no pase nada".
Así que, la próxima vez que pienses en seguridad laboral, hacerse dos preguntas clave:
- ¿Cuál es el peligro aquí?
- ¿Qué tan probable es que me afecte… y qué tan grave sería?
Peligro sin gestión de riesgos es como dejar una vela encendida junto a una cortina: El fuego todavía no empezó, pero cuando empiece… será tarde.
Conocer la diferencia entre peligro y riesgo no es solo teoría. Es salvar vidas. Es prevenir tragedias. Es trabajar con cabeza… y no con suerte.
Y ahora que lo sabes, ¿vas a seguir trabajando igual?
Y recuerda: el conocimiento también es un equipo de protección personal.